Resumen 15ª reunión GBA

El pasado jueves tuvimos el honor de contar con Diego Romero, técnico de Tecnologías TICs del Instituto Tecnológico de Aragón, el cual nos introdujo en el mundo de la realidad aumentada (AR) y la realidad virtual (VR)..

Tanto la realidad aumentada como la realidad virtual, son mecanismos que nos permiten acceder a información relacionada con el entorno que nos rodea. En el caso de la realidad aumentada la información que percibimos de nuestro entorno con los sentidos (principalmente la vista) se complementa con información en tiempo real, proyectada en dispositivos (pantallas, gafas, etc.). Sin embargo con la realidad virtual se persigue usar el espacio existente para crear algo que interaccione con él. Ejemplos claros de estas dos definiciones son el famoso Pokemon Go (AR), en el que en nuestro entorno real aparece información complementaria (los pokemon) o los simuladores de vuelo en los que se entrenan los pilotos (VR).

Se puede decir que la aplicación industrial de la AR nace cuando Tom Caudell, ingeniero de Boeing, diseña en 1990 un sistema para que los operarios puedan colocar ingentes grupos de cables en los paneles del modelo 777 con un margen de error mínimo. Poco a poco se va investigando y a principios del siglo XXI, se empieza a generar una gran expectativa sobre los múltiples usos y aplicaciones que esa tecnología podía proporcionar. El punto culminante de estas expectativas (descrito a partir del diagrama de Gartner) tuvo lugar hacia 2010-2012, y ha ido en fase de descenso hasta el período 2015-2016 en el que se sitúa el punto de máxima desilusión. Aunque la VR lleva delantera respecto de la AR, en lo que a investigación y desarrollo de productos se refiere y se prevé que en un futuro cercano, la inversión y explotación de la AR supere con creces a la de la VR en el ámbito empresarial.

Las aplicaciones de ambas tecnologías son tan variadas y complejas como necesidades demande la industria. Actualmente ya se utilizan las gafas de AR como soporte técnico en mantenimiento de ascensores o para mejor control de mercancías en almacenes de distribución. En la construcción, también se ha iniciado el uso de gafas o tabletas como herramientas que ayudan a comprender mejor el proyecto o a detectar errores de ejecución. En el caso de las gafas de realidad virtual, el diseño de edificios, la venta de viviendas, o la formación de operarios, son por ahora los primeros pasos que ha dado esta incipiente industria.

Ahora mismo, la fecha en que el uso de estas tecnologías se generalicen en el mundo de la construcción, es todavía difícil de pronosticar. Si bien, en el momento en el que se globalice el uso de la metodología BIM para el diseño, construcción y mantenimiento posterior de un edificio, se comprobará cuán útil puede ser estos dispositivos y qué beneficio se les puede conseguir.

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